71 Aniversario de Teatro El Galpón – Temporada Mario Benedetti
#SigloBenedetti
Destacado / 15 septiembre, 2020 /
En el centenario del nacimiento de Mario Benedetti nos honra celebrar su memoria y su obra en nuestra principal sala, con un homenaje organizado por la Fundación que lleva su nombre, el 14 de setiembre de 2020.
Nos honra y nos llena de emoción y reconocimiento, pues nos unieron con Mario lazos artísticos y solidarios a lo largo de la historia en común.
Nos une con Mario Benedetti su texto de Pedro y El Capitán, los encuentros de solidaridad en el exilio, sus aportes a la puesta de Artigas…y un camino juntos.
El teatro uruguayo supo de excelentes adaptaciones de sus novelas. Quizá, la más reconocida fue La Tregua. El Galpón tuvo su versión con dirección de César Campodónico y fue estrenada en 1963 en la sala de la calle Mercedes, la primera sala de la Institución.
“Benedetti, asistió al estreno le gustó, y saludó a todos. Al otro día, domingo de mañana, lo comentó en tv, y agradeció a El Galpón” recuerda Martha, la que entonces era la esposa de “Chino” Campodónico.
Mario fue tanto desde su obra como desde sus actos, un hombre comprometido con los derechos humanos y las causas sociales de la humanidad, y también por eso lo admiramos, lo queremos y nos sentimos hermanados. Por siempre.
Foto: Mario Benedetti con Sara Larocca (actriz, directora, integrante de El Galpón) en los camarines de nuestra sede, circa 1999
Breve biografía (Fuente: Fundación Benedetti. Uruguay).
La vida Mario Benedetti estuvo marcada por la literatura y por el compromiso con sus prójimos. Nacido en Paso de los Toros (Tacuarembó) el 14 de setiembre de 1920, fue una figura clave de la Generación del 45, también conocida como “la generación crítica”.
En la adolescencia conoció a Luz López Alegre, con la que se casará y compartirá 60 años de su vida.
A través de obras emblemáticas como La Tregua (novela), Montevideanos (cuento), Poemas de la oficina, o Literatura Uruguaya Siglo XX (crítica), se transformó en uno de los autores uruguayo más reconocidos. Sin embargo, no siempre vivió de la literatura. Trabajó desde los 14 años en oficios tan diversos como cadete de un comercio de venta de repuestos de autos, administrativo en una inmobiliaria, taquígrafo, o empleado público.
A inicios de los setenta estuvo a cargo de una cátedra en la Facultad de Humanidades y Ciencias, de la Universidad de la República. El Golpe de Estado de 1973 lo obligó al exilio. Primero en Buenos Aires, luego en Lima, en La Habana y en España (Palma de Mallorca y Madrid), fue siempre una voz disidente con el autoritarismo y defensora de los derechos humanos.