Es un proyecto de investigación escénica que parte de la premisa básica de que es mejor construir puentes en lugar de muros.
Es la posibilidad de poner en escena la historia personal sobre aquello que vale la pena, en la jerga juvenil lo que vale ser destacado es algo que “está propio”. Lo propio es inalienable e intransferible.
Partimos de la negación vital que afirma que nada vale la pena, para encontrar lo que nos es propio, y que al mismo tiempo le da sentido a nuestra existencia porque algo importa.
Algo tiene que importar y esa búsqueda se traduce en un mapa construido por un equipo escénico integrado por jóvenes actores y jóvenes que han transitado experiencias artísticas en privación de libertad.
Vestuario e iluminación: Inés Iglesias
Escenografía: Gastón Moyano
Composición musical: Mateo Cancela
Producción: Gabriela Larrañaga
Créditos fotográficos: Mauro Tomasini
Créditos audiovisuales: Lucía Martínez
Créditos iluminación: Renata Sienra
Esta obra ha sido seleccionada por el Programa de Fortalecimiento de las Artes 2022 de la Intendencia de Montevideo.