Resulta que Andrés fue bailarín de tap. Ahora que tiene 80 años, vive en Paris con su hija Ana y su yerno Antonio… ¿O realmente fue ingeniero y su hija Ana vive en Londres con Pedro, su actual pareja…? Bueno, poco importa. El tema principal, es que todavía está en pijamas y sigue sin poder encontrar su reloj.
Andrés es una persona que envejece. ¿Cómo lo ven, qué sienten y cómo reaccionan o responden a esta situación las personas que lo rodean?
Entrar en la cabeza de Andrés, acompañar el estupor que genera en los otros su nuevo estado, posibilita mirar con humor, aquello que sienten muchos hijos a la hora del envejecimiento de sus padres.
La obra afronta el tema con ternura y humor y está tratado con enorme inteligencia y sensibilidad.
Sin ser ridiculizado, Andrés nos hace reír. Las situaciones ambiguas, muchas veces contradictorias, las réplicas mordaces, y por encima de todo la duda de si lo que realmente sucede es lo que dice la familia o es lo que siente el padre, producen una de las obras más divertidas, apasionantes y profundas del teatro contemporáneo.
Esta obra fue estrenada en 2019 con el extraordinario actor y compañero Julio Calcagno en el papel de Andrés. A él le dedicamos esta breve temporada.
Ambientación escénica y vestuario – Nelson Mancebo. Escenografía – Dante Alfonso. Música original– Pierino Zorzini. Iluminación: Andrés Guido. Asistente de dirección: Marcos Acuña. Producción Ejecutiva: Patricia Medina. Dirección: Héctor Guido. Una producción de Teatro El Galpón.
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