Cómo hacemos para conocer y reconocer una emoción? A lo mejor cada emoción podría tener un color.., ese estado necesita un nombre , así qué mejor que identificarlas con un color, como cuando estoy alegre, dan ganas de compartir, bailar, saltar. Entonces…le pondré un color amarillo!
Nuestro amigo el Monstruo está confundido; los colores todos entreverados lo pintan por todos lados, por eso está confundido. Ponerle color a la alegría, a la tristeza, al enojo, al miedo…o a la calma, nos da la posibilidad de poder poner en orden nuestras emociones.
El valor de la “alfabetización emocional”, para poder reconocer y ordenar nuestras propias emociones, nos hace pararnos mejor en el mundo. El teatro nos ayuda a visualizar eso. Posibilitar que el niño se identifique con el personaje, y a través de él poder reconocer, aceptar y procesar sus emociones.